lunes, 28 de abril de 2008

Saboreando al hombre...

El muchacho observa de cerca ese miembro caliente y duro. Lo que más lo excita, es que esa dureza se debe a que el hombre está caliente por él. Su compañero tiene su pene erecto pensando en él, en su lengua, en lo que hará con su miembro. La espectativa de una sesión esmerada, lenta y suave, con deseo y experiencia, es grande... el hombre sabe que su compañero se lo hará bien. Sabe que él conoce perfectamente dónde, cómo y cuánto tiempo estimularlo.

Algunos dicen "nadie la chupa como un puto"...yo no estoy tan seguro. Como buen bisexual, fui chupado por ambos sexos. A veces los hombres chupan muy fuerte, su sexualidad es apasionada y por lo tanto se expresan así con el miembro del otro. Pero cuando un gay chupa bien...deja huella para siempre, eso es cierto. Ah, si tuviera forma de contactarme con algunos para volver a vivir ese momento...
Otra cosa interesante con un hombre es el hecho de que ambos podemos cumplir los dos roles orales. Chupar un miembro puede ser tan excitante como ser chupado...por supuesto, hay que abrirse a la experiencia. El sexo oral no tiene límite, no sé si se puede decir cuándo es suficiente...quién no sueña con tener un mamador, o una mamadora, alguien que nos despierte, o nos duerma, con una hermosa sesión de sexo oral, todos los días?


1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Muy bien explicado!
Ese es uno de mis deseos... ¡aun por cumplir!